A menudo escucho a mujeres que han querido dar el pecho y no lo han conseguido. También a embarazadas que me dicen que quieren dar el pecho pero que no saben si podrán. Hay una creencia general que nos hace pensar que amamantar no es fácil, y que muchas no podemos, porque no nos subirá la leche, porque no tendremos leche suficiente para amamantar a nuestro bebé, o porque nuestro bebé no se agarrará a nuestro pecho y preferirá el biberón.
Somos mamíferas, y estamos aquí, entre otras cosas gracias a que podemos amamantar a nuestros bebés. Efectivamente hay un porcentaje de mujeres que no pueden dar el pecho y otro porcentaje de bebés que no pueden mamar, pero ese porcentaje es muy pequeño y seguramente tú que me lees puedas hacerlo. Y hoy me apetece dejarte por aquí lo que son para mí las claves para una lactancia al pecho exitosa.
Confía en tí
Al hilo de la introducción, lo más importante es que confíes en tí y en tu bebé, ambos venís preparados, tanto tú para amamantar como el bebé para alimentarse de tu pecho.
Puede que haya algunos aspectos en el manejo, en la forma de tu pecho, o en el estado y la función del bebé que hayan o estén dificultando un poco los inicios de la lactancia, pero es primordial que confíes en todo va a ir a mejor, sólo esto os pondrá las situación un poco más fácil.
Daros tiempo de calidad para una exitosa lactancia
Necesitáis tiempo, y tiempo de calidad, de estar juntos, conoceros y mimaros mutuamente. Pasad ratos largos de piel con piel, compartid baños. Permítete sentirte importante y principal. Olvídate de cómo esté la casa, de si hay tres lavadoras por poner, frena las visitas si os incomodan o si no os dejan un espacio y tiempo en el que podáis ser vosotros mismos y atender a vuestras necesidades, acepta sólo visitas que vengan a acompañar y a sostener, y a ayudar con el resto de la casa y/o hermanos mayores si los hay. Siéntete libre de decir NO y mirar por tí y por tu bebé.
Prepárate con antelación para el momento de la lactancia materna
Viene bien ir informándose (que no sobreinformándose) durante el embarazo, para que cuando llegue el momento nos coja preparadas, sobretodo por si aparece cualquier dificultad o duda sepamos cómo actuar, a quién preguntarle y de qué consejos guiarnos o no, porque si o si, irán apareciendo consejos tanto de personal del hospital como de familiares y amigos, que aunque los den con toda su buena intención no siempre son acertados o deseados.
Busca apoyo en tu pareja y/o en tu familia
Que tu pareja y tu círculo más cercano te entienda y te acompañe es de vital importancia. Comparte con ellos tu deseo y la información de calidad que vayas adquiriendo para que llegado el momento sepan ellos también cómo actuar y ayudar. Teniéndolos de tu parte serán un soporte y escudo importante.
Hazte con una red de apoyo
Busca o crea un grupo cercano de mujeres y/o familias que estén criando. Compartir experiencias nos hace empoderarnos y no sentirnos solas. Te dará seguridad y herramientas, ya no sólo para la lactancia sino para la crianza en general. También tú serás ayuda para muchas.
Deja la culpa a un lado
Si tienes dificultades no te culpes, no eres la única, aunque te parezca que todas las demás pueden. En la mayoría de los casos la dificultad la tendrá tu bebé (aunque escuches que eres tú la que no tienes leche), y seguro que tú estás dándolo todo de ti. Tampoco te culpes si tienes que acudir a la leche de fórmula para alimentar a tu bebé. Te has informado, lo has intentado, has pedido ayuda y has puesto tu cuerpo y alma, pero hay ocasiones en las que hay que recurrir a la lactancia artificial porque en ese momento es lo mejor para tu bebé y ¡también esta será una lactancia exitosa!.
Más adelante hablaré sobre aspectos más técnicos en la lactancia, como el agarre, las diferentes posturas de la madre y posiciones del bebé, las extracciones…pero antes que nada quería dejaros lo que para mí es más importante de cara a disfrutar de una lactancia exitosa.