La llegada de un bebé es un momento único y delicado para la familia. Aunque las visitas suelen hacerse con la mejor intención, es importante recordar que tanto el bebé como la mamá necesitan tranquilidad y adaptación. Para que tu visita sea bien recibida y realmente útil, aquí tienes algunas recomendaciones clave a tener en cuenta.
Pregunta antes de ir o, mejor aún, espera a ser invitado
Los primeros días pueden ser complicados tanto para el bebé como para la madre. No cualquier momento es adecuado para recibir visitas. A veces, a los padres les cuesta decir que no les viene bien, por lo que esperar a ser invitado es la mejor opción.
Ofrece ayuda en casa
Más que visitar para conocer al bebé, lo mejor que puedes hacer es ayudar con las tareas diarias. Llevar comida preparada, recoger la cocina, limpiar el baño o hacer la compra serán gestos mucho más útiles que intentar ayudar con el bebé. (Eso sí, si la madre te pide que lo sostengas, adelante).
No uses perfumes ni maquillaje
Los productos con fragancias pueden ser tóxicos y perjudiciales para el bebé. Además, su fuerte olor les irrita y afecta a nivel sensorial. Lo mejor es evitar cualquier producto con fragancia que altere su ambiente seguro: el olor de su madre.
No fumes antes de la visita
No solo el humo del tabaco es dañino, sino que el olor queda impregnado en la ropa, el pelo y la piel, llegando al bebé. Lo mejor es evitar fumar antes de la visita.
No cojas al bebé a menos que te lo pidan
Aunque puede ser tentador, al bebé no le viene bien pasar de brazo en brazo entre olores y voces desconocidas. Además, la mamá, debido a su instinto protector y a las hormonas, puede sentirse incómoda si alguien coge a su bebé sin su consentimiento.
No beses al bebé
Es normal querer dar besos a un recién nacido, pero su sistema inmune aún es inmaduro y su piel muy delicada. Besarlo en la cara o en las manos puede exponerlo a infecciones.
No vayas si estás enfermo (ni siquiera resfriado)
Un simple resfriado en un adulto puede convertirse en una bronquiolitis grave en un recién nacido. Si tienes síntomas, mejor evita la visita. En caso de duda o si has estado en contacto con alguien enfermo, usa mascarilla.
Evita dar consejos no pedidos
Cada familia cría a su hijo de la manera que considera mejor. En los primeros días, los padres ya reciben muchas opiniones, y los consejos no solicitados suelen generar más confusión que ayuda. Si tienen dudas, preguntarán.
Haz visitas cortas
Los bebés se estresan con facilidad y tanto ellos como sus madres necesitan tranquilidad. Además, si hay hermanos mayores, pueden alterarse con tanta novedad y expectación.
Habla en voz baja
Aunque parezca que el bebé duerme profundamente, los ruidos fuertes pueden perturbar su descanso y afectar su tranquilidad. Mantener un ambiente de calma siempre será la mejor opción.
Si llevas niños, contrólalos
Es responsabilidad del adulto asegurarse de que los niños no alteren la tranquilidad del bebé y su madre. Evita que toquen al bebé, griten cerca de él o corran y salten dentro de la casa.